domingo, 26 de mayo de 2013

Artemis Fowl 8 - Eoin Cofler, Capítulo 9 - TRADUCCIÓN



Bueno, parece que la suerte sigue de mi lado, y por ahora no hay ningún motivo para dejar de actualizar :P Así que espero que disfruten el capítulo y gracias por los comentarios de apoyo.
Escupiendo el veneno de la mordedura

Capítulo 9

El Estado Fowl

Opal se paró en el borde del túnel colapsado sintiéndose medio frustrada, pero ni en lo más mínimo descorazonada. Después de todo, ella era un verdadero dínamo de magia negra en el presente, y Artemis Fowl estaba enterrado debajo de una tonelada de escombros—si es que no estaba muerto, entonces estaría ciertamente despeinado, lo que fastidiaría al Fangosillo de casi la misma manera.

Ya sea que hubiera o no perecido, el plan seguía siendo el mismo.

Oro se arrodilló y recogió el arma de Holly de la desmenuzada arcilla.

-¿Qué es esto, señorita?

Opal sostuvo la pistola ahuecada en sus pequeñas manos y se comunicó con su energía hasta que esta accedió transferirse a su persona. No era algo espectacular de ver—el arma simplemente espiró y se arrugó.

-Debo abrir el segundo candado, -Le dijo a Oro, refrescada por este bocado de poder. -Tengo hasta la mañana. Entonces mi magia se evaporará con el rocío del amanecer, y estaré indefensa.

-¿El segundo candado? -Dijo Oro, las cuerdas vocales de Beckett mutilando el Gnómico. -¿Está segura, señorita?

-Reina, -corrigió Opal. -Te referirás a mí como Reina Opal. Abriendo la primera cerradura de la Puerta de los Berserker, los até a mí. Pero preferiría que te refirieras a mí lo menos posible, ya que tu tonta voz humana me irrita. Y para de fruncir el seño. La expresión se ve ridícula en tu pequeña cara de niño. Mama está tentada a golpearte.

-¿Pero el segundo candado?- persistió Oro. -Eso liberaría el poder de Danu.

-Primero, ¿qué acabo de decir sobre referirte a mí? Segundo, échale una mirada al interior del cerebro de tu humano. Una pequeña ola de Danu sería lo mejor para este planeta.

Oro parecía confundido, pero sus lazos le prohibían discutir, y Opal sabía que incluso si el Berserker pudiera argumentar, sus puntos estarán presentados en una prosa turgente de la Edad Media con lógica simplista.

-Déjame hablarle al chico humano, -Dijo, razonando que un niño Fowl, no importa que tan joven, apreciaría lo que había logrado allí. Además sería divertido ver a un humano retorcerse.

Oro suspiró, deseando que su viejo amigo Bruin Fadda le hubiera dado un poco de libertad a las ataduras mágicas, se estremeció dejando su propia conciencia ser subsumida temporalmente por la de Beckett Fowl.

Los siglos se borraron de la cara de Oro, y Beck emergió brillante y sonriente.

-Estoy soñando, -Dijo. -En mi sueño me parezco a mí mismo pero con más dedos.

Opal extendió sus brazos, dejando a la magia negra impulsarse por líneas naranjas a través de sus extremidades. -¿No estás aterrorizado, niño?

Beckett saltó como un mono en su versión de una pose ninja. -Nop. deberías estar aterrori-zada.

-¿Yo? -Dijo Opal, riendo. -No puedes dañarme. Las ataduras mágicas lo previenen.

Beckett golpeó a Opal en el estómago, con el hombro como Mayordomo le había enseñado.

-Oh sí. Soy bastante rápido. Más rápido que tus estúpidas ataduras mágicas. Mayordomo dice que soy un na-tu-ral.

El aliento de Opal la dejó en un bufido, tambaleándose hacia atrás, y golpeando su hombro en la tarima elevada de la Puerta de los Berserker. Por suerte para ella, los lazos mágicos entraron a patadas y Oro reclamó el control del cuerpo; de otro modo, el cuatro añero Beckett Fowl podría haberle puesto un fin al plan de dominación mundial de Opal justo en ese instante.

Oro se apresuró a ayudar a Opal a levantarse. -Mi reina, ¿se encuentra dañada?

Opal sacudió la mano, incapaz de hablar, y fue forzada a soportar varios segundos con Oro bombeando su torso hacia arriba y abajo como un fuelle hasta recuperar el aliento.

-Suéltame, tú estúpido elfo ¿Estás tratando de romper mi espina?

Oro hizo lo que le dijeron. -Ese chico es rápido. Venció la unión. No muchos pueden hacerlo.

Opal frotó su estómago con una mano mágica, solo por si hubiera un moretón.

-¿Estás seguro que no le diste al niño un poco de ayuda? -Dijo con recelo.

-Por supuesto que no, mi reina, -Dijo Oro. -Los Berserkers no ayudamos a los humanos ¿Deseas hablar con ese niño de nuevo?

-¡No! -Chilló Opal, luego volvió a ganar la compostura. -Quiero decir… no. El niño ha servido con su propósito. Debemos seguir adelante con el plan.

Oro se arrodilló, recogiendo un puñado de tierra suelta. -Debemos al menos dar caza a nuestros atacantes. La elfa tiene habilidades de batalla; el hombre grande es también un guerrero formidable. Definitivamente tratarán un sabotaje.

Opal estaba preparada para admitir este punto. -Muy bien, elfo aburrido. Envía a tu astuto teniente con un par de soldados. Asegúrate de incluir al otro niño a la fiesta. Fowl debería mostrarse reacio a matar a su propio hermano. -Opal sopló por los labios, una pequeña acción que hizo abundantemente claro que ella no dudaría en asesinar a alguno de los miembros de su familia si estuviera en la posición de Fowl. De hecho, ella no vio dudas en derribar a su hermana como una falta de compromiso con el plan.

“Después de todo,” Pensó, “¿no mate personalmente a mí otro yo para escapar de prisión?”

Pero las hadas eran débiles, y los humanos aún más. Tal vez Fowl se contendría en el segundo que le tomaría a su hermano pequeño plantar una daga en su costado.

-No gasten mucho tiempo o recursos. Quiero un círculo de Berserker parados a mis espaldas mientras trabajo en el segundo candado. Hay encantamientos complejos que debo descifrar.

Oro se paró, cerrando sus ojos por un momento para disfrutar la brisa en su cara. Desde detrás de las paredes podía escuchar el arder de las enormes llamas, y cuando abrió los ojos, el crepitar de la destrucción distante besaba las nubes de la noche.

-Somos apremiantes pero pocos, mi reina ¿Deberían haber más enemigos en el camino?

Opal hizo un sonido que era casi una risotada. -No hasta la mañana. Mis enemigos están experimentando ciertas dificultades. Mamá previó eso.

La parte de la mente de Oro que era aún suya y no esclava de una duendecilla naranja pensó: Es impropio que se refiera a sí misma como nuestra madre. Se está burlando de nosotros.

Pero era tanta la fuerza del geasa mágico, o ataduras, que incluso este pensamiento de rebelión le causó al capitán Berserker dolor físico.

Opal notó su mueca de dolor. -¿Qué está pensando, Captán? Nada sedicioso, espero.

-No, mi reina, -Dijo Oro. -Este escuchimizado cuerpo es incapaz de contener mi sed de sangre.

Esta mentira le costó otra punzada, pero estaba listo para ella y la sobrellevó sin reaccionar.

Opal frunció el seño. Ese tenía sus propias ideas, pero no importaba. La energía de Oro estaba ya decayendo. Los Berserkers apenas pasarían la noche, y para entonces la segunda cerradura estaría abierta y la era Koboi empezaría de verdad.

-Ve, entonces, -Espetó. -Elige un grupo de caza, pero tu tarea es proteger el sello. He manejado que los humanos estén ocupados por el momento, pero, una vez el sol salga, vendrán en una ola de destrucción para aniquilar al último de nuestra especie. -Opal decidió decirlo de forma Gótica, así Oro captaría el punto. -Sin piedad es sus fríos y despiadados corazones vendrán sobre nosotros.

Esta forma de hablar pareció penetrar, y Oro se fue en busca de su equipo de caza.

La situación era, y Opal debió admitirlo para ella misma, absolutamente perfecta. Los Berserkers vigilarían el perímetro, lamentándose en su fallida creencia que esa gran y lúgubre puerta en realidad llevaba a alguna parte. Y luego simplemente se evaporarían en la siguiente vida, inconscientes del genocidio innecesario que había ayudado a cometer.

“Los fantasmas no son testigos fiables en un tribunal,” Pensó Opal, riendo.

Pero tan agradable como una risa auto-congratulatoria debería ser, realmente había trabajo que hacer que requería su intelecto entero. El candado permanecía cerrado, y ella solo podría retener la magia negra por un cierto tiempo antes de que consuma su cuerpo físico. Ya podía sentir ampollas entre las hojas de sus hombros. La magia la dejaría pronto, pero antes causaría estragos en su sistema.

Su poder sanaba las ampollas tan pronto como se sonrosaban, pero eso le costaba su magia, y las ampollas se volvían negras de todas formas.

“¿Por qué no puedo resolver este problema matando a alguien?” Pensó petulante, luego se confortó a sí misma con el mantra que la había hecho seguir adelante en prisión:

-Pronto todos los humanos estarán muertos, -Dijo monótonamente, la moda consagrada de gurús en todas partes. -Y luego Opal será amada.

“E, incluso si no soy querida,” Pensó “Al menos todos los humanos habrán fallecido.”

Oro bajó con sus pequeñas piernas por los viejos escalones que corrían alrededor de la puerta de los Berserker y por un momento recordó claramente el día en el que había ayudado a construir esa torre rechoncha. Aunque había habido más magia involucrada que levantamiento de peso. El viejo Bruin Fadda tuvo a su equipo derramando cada chispa de poder que podían obtener de sus manos en el sello. Un gran círculo de hechiceros lanzando rayos luminosos dentro de la piedra.

Quienquiera que abra la puerta obtendrá más de lo que había pensado, les había prometido Bruin más tarde esa semana, incluso aunque Oro y sus hombres yacían moribundos. Bruin estaba equivocado. La reina Opal obtuvo exactamente lo que esperaba.

“¿Cómo lo sabía?” Se preguntaba Oro. “Estaba casi seguro de que el mundo nos había olvidado.”

Los Berserkers estaban llenos de violencia reprimida y de ansiedad por infligir daño en la humanidad. Trataban de mantenerse firmes como Oro les había dicho, pero era todo un desafío, especialmente para los piratas, incapaces de detener el agitar de sus huesos expuestos.

Oro se paró sobre bulto de un árbol, así el pequeño cuerpo que ocupaba podía ser visto por todos, y sostuvo su puño en alto pidiendo silencio.

-¡Mis guerreros! -Gritó por sobre las filas. -¡Nuestro día ha llegado finalmente!

Esto fue recibido con un coro de gritos, ladridos y silbidos mientras las variadas criaturas habitadas por los Berserkers expresaban su aprobación. Oro no pudo ocultar una mueca de dolor. Estos no eran los guerreros que él recordaba, quienes habían peleado y sufrido heridas mortales en los Llanos de Taillte, pero ellos eran lo que eran, y el deseo de pelear estaba allí, aunque no su habilidad. Habían zorros en sus filas, por el amor de Danu ¿Cómo se suponía que un zorro levantaría una espada? Aún así, mejor conseguir que la sangre de sus guerreros arda con algo de retórica. Oro siempre había estado orgulloso de sus discursos.

-¡Beberemos el veneno de la mordedura de nuestra derrota y se lo escupiremos a nuestros enemigos! -Gritó, su voz siendo llevaba por el prado.

Sus guerreros alentaron, rugieron y aullaron en aprobación, excepto uno.

-¿Perdón? -Dijo su teniente, Gobdaw.

-¿Qué? -Dijo Oro.

El teniente dentro del cuerpo del segundo Fangoso tenía una expresión confundida en su pálida cara. A decir verdad, la confusión de cualquier tipo era nueva para Gobdaw. Usualmente era un hada del tipo no hagas preguntas que hacia lo pedido con su hacha. Generalmente, Gobdaw amaba un poco de retórica.

-Bien, Oro, -Dijo, pareciendo un poco sorprendido por las palabras saliendo de su boca, -¿Qué significa eso, exactamente? ¿Escupir el veneno de la mordedura de nuestra derrota a nuestros enemigos?

Esta pregunta tomó a Oro por sorpresa. -Bien, simplemente significa…

-Porque, si no te importa que lo diga, usar la palabra derrota en un discurso motivacional envía un mensaje algo surtido.

Ahora era el turno de Oro de estar perplejo. -¿Motivacional? ¿Mensaje surtido? ¿Qué significan estos términos siquiera?

Gobdaw parecía a punto de llorar. -No lo sé, Capitán. Es mi huésped humano. Es uno fuerte.

-Contrólate, Gobdaw. Siempre has apreciado mi retórica.

-Lo hice. Lo hago, Capitán. El joven se niega a ser silenciado.

Oro decidió distraer a Gobdaw con trabajo. -Tienes el honor de liderar esta búsqueda de enemigos. Toma a los perros, a Bellico, y a esos marineros también. Todo el resto, rodeando la puerta. La reina Opal está trabajando en el sello ¿Entendido?

-Sí, Capitán, -Rugió Gobdaw, sacudiendo el puño. -Como comandes.

Oro asintió. Ese era más como él.

Gobdaw, Bellico, y los perros de caza de los Fowl rodearon el túnel colapsado. Bellico se estaba sintiendo bastante bien consigo misma, encerrada como estaba en el cuerpo de Juliet Butler. Era la mejor huésped con la que jamás hubiera soñado; un espécimen físico excelente, equipado con la sabiduría de varios estilos ancestrales de lucha, los cuales, gracias a las memorias de Juliet, sabía cómo ponerlos en práctica muy bien.

Bellico revisó su reflejo en la hoja del cuchillo de un pirata y estuvo satisfecha con lo que vio.

No tan fea, para un humano. Es casi una pena que mi fuerza de vida solo se mantenga una sola noche. Tal vez si hubiéramos sido levantados cincuenta años luego de yacer en el suelo la magia podría habernos sostenido más tiempo, pero ahora nuestros espíritus están debilitados por el tiempo. El hechizo no fue construido para mantenernos unidos a la tierra por tanto tiempo.

La memoria de Bellico contenía imágenes que pintaban un feo cuadro de Opal Koboi, pero había sido advertida de que los puntos de vista humanos del hada no eran fiables. Tal era el odio de los Fangosos por las Criaturas que sus memorias estaban sesgadas*.

Los piratas estaban menos felices con sus cuerpos heredados, que se desintegraban cada vez que caminaban.

-Me está costando toda mi magia solamente sostener estos sacos de piel de gusanos juntos, -Se quejó el una vez guerrero gigante, Salton Finnacre, que habitaba el cuerpo de Eusebius Fowl, el pirata absorbe-pulmón.

-Por lo menos tienes dos piernas, -gruñó su compañero de batalla, J’Heez Nunyon, quien cojeaba sobre un par de muñones de madera. -¿Cómo puedo hacer mi movimiento característico en estas cosas? Voy a parecer un enano borracho cayendo.

Era peor para los perros pointers Ingleses, que podían solo formar los sonidos más rudimentarios con sus cuerdas vocales.

-Fowl, -Ladró uno, estando muy familiarizado con la esencia de Artemis. -Fowl. Fowl.

-Buen chico, -Dijo Gobdaw, alcanzándolo para acariciar la cabeza del perro con la pequeña mano de Myles, acto que al perro no le pareció gracioso y la hubiera mordido si no le perteneciera a su oficial superior.

Gobdaw llamó a sus soldados, -Guerreros. Nuestros nobles hermanos dentro de estas bestias han encontrado su rastro. Nuestra misión es encontrar a los humanos.

Nadie preguntó, ¿Y entonces? Todos sabían que se les hacía a los humanos cuando los encontrabas. Porque si no lo hacías, ellos te lo harían a ti, y a tu especie entera, y probablemente a cualquier especie con la que alguna vez hayas compartido un jarrón de cerveza.

-¿Y la elfa? -Preguntó Bellico. -¿Qué hay de ella?

-Ella hizo su elección, -Dijo Gobdaw. -Si se hace a un lado la dejaremos vivir. Si se mantiene en su posición entonces se convierte en una Fangosa para nosotros. -El sudor bajaba por la frente de Gobdaw a pesar de que la noche estaba siendo cada vez más fría, y habló a través de dientes apretados, tratando de contener la conciencia de Myles Fowl, que brotaba de su interior como una indigestión mental.

Este intercambio fue cortado cuando los pointers Ingleses se alejaron corriendo de la boca del túnel colapsado y cruzaron el prado hacia la enorme morada humana que coronaba la colina.

-Ah, -Dijo Bellico, saliendo después de los perros. -Los humanos están en el templo de piedra.

Gobdaw trató de detenerse a sí mismo de hablar, pero falló. -Él dice que es llamada una mansión. Y que todas las chicas son estúpidas.

Artemis, Holly, y Mayordomo se retorcieron a lo largo de un túnel que Mantillo les había asegurado que emergería en la sala de vinos detrás de un estante de Château Margaux 1995.

Artemis estuvo horrorizado por la revelación. -¿No sabes que un túnel puede afectar la temperatura de la bodega? ¿Por no mencionar la humedad? Ese vino es una inversión.

-No te preocupes por el vino, tonto Fangosillo, -Dijo Mantillo en un tono bastante protector que había desarrollado y practicado solo para molestar a Artemis. -Lo bebí meses atrás y lo reemplacé. Era la única cosa responsable para hacer. Después de todo, la integridad de la bóveda ha sido comprometida.

-¡Sí, por ti! -Frunció el seño Artemis. -¿Reemplazarlo con qué?

-¿Realmente quieres saber? -Preguntó el enano, y el niño sacudió la cabeza, decidiendo que, dada la historia del enano, en este caso en particular, la ignorancia sería menos perturbadora que la realidad.

-Sabia decisión, -Dijo Mantillo. -Así que, para continuar. El túnel lleva justo a la parte trasera de la bodega, pero la pared está taponada.

-¿Taponada con qué? -Preguntó Artemis, que podía ser un poco lento a pesar de su genio.

Los dedos del enano se cepillaron la barba. -Repito mi última pregunta: ¿Realmente quieres saber?

-¿Podemos atravesarla? -Preguntó Mayordomo, pragmatista*.

-Oh sí, -Dijo Mantillo. -Un hombre tan grande y fuerte como tú. Sin problemas. Lo haría por ti, pero aparentemente tengo esta otra misión.

Holly levantó la vista de su computadora de muñeca, que aún no estaba captando señal. -Necesitamos que consigas armas en la lanzadera, Mantillo. Mayordomo tiene un kit en la casa, pero Juliet podría ya haber llevado a los Berserkers allí. Necesitamos movernos rápido y a dos frentes. Un movimiento de pinza.

Mantillo suspiró. -Pinza. Amo el cangrejo. Y la langosta. Me pone un poco gaseoso, pero vale la pena.

Holly golpeó sus rodillas. -Tiempo de irnos.

Ninguno de los humanos discutió.

Mantillo miró a sus amigos trepar dentro del túnel de la mansión y luego giró tomando el camino por el que habían venido, hacia la lanzadera.

“No me gusta retroceder en mis pasos,” Pensó. “Porque, generalmente, hay alguien a mi caza.”

Así que allí estaban ahora, serpenteando a lo largo de un túnel claustrofóbico con un pesado olor a tierra en sus narices y el peligro aún presente de incontables toneladas cerniéndose sobre ellos como un yunque gigante.

Holly sabía lo que todos estaban pensando. -Este túnel es seguro. Mantillo es el mejor cavador en el negocio, -Dijo entre gruñidos y suspiros.

El corredor zigzagueó, y su única luz era del celular en la frente de Mayordomo. Artemis tuvo esta repentina visión de los tres atrapados allí por siempre, como roedores en el estómago de una serpiente, siendo digeridos lentamente hasta que no quedara rastro de ellos.

Nadie nunca sabrá lo que nos pasó.

Este pensamiento era redundante, Artemis lo sabía, porque si no salían del túnel, en toda posibilidad no habría nadie para preguntarse que había sido de su pequeño grupo. Y él nunca sabría si había fallado en salvar a sus padres o si habían sido asesinados de algún modo en Londres.

No obstante, Artemis no pudo sacudir la noción de que estaban a punto de morir en esa vasta tumba sin marcar, y se hizo más fuerte con cada agarre al que llegaba su mano que lo llevaba más lejos dentro de la tierra.

Avanzó una vez más en la oscuridad y sus dedos escarbadores encontraron la bota de Mayordomo.

-Creo que lo hicimos, -Dijo el guardaespaldas. -Hemos alcanzado el bloqueo.

-¿Es sólido? -Gritó Holly desde la retaguardia.

Le siguieron una serie de sonidos que no estarían fuera de lugar en una fábrica de jalea, y un olor que sería completamente coherente ante una tubería de aguas residuales con una fuga.

Mayordomo tosió varias veces, maldijo la longitud, y dijo una fuerte línea con una terrible implicación. -Sólo la cáscara lo es.

Se tambalearon a través del agujero sobre una pila de botellas rotas de vino, que habían sido tiradas por la apurada entrada de Mayordomo. Usualmente hubiera pasado lentamente por el umbral, moviendo el estante poco a poco, pero en este caso, la velocidad era más importante que el sigilo, así que simplemente rompió a través de la tapa de Mantillo y pasó a la bodega más allá. Los otros dos rápidamente lo siguieron, felices de escapar de los confines del túnel.

Artemis olio el líquido amontonado en las curvas cóncavas de los fragmentos rotos de las botellas. -Esto definitivamente no es Château Margaux 1995, -Comentó.

-Ni siquiera es vino de serpiente,* -Dijo Mayordomo, sacudiéndose. -A pesar de que conozco algunos mercenarios que probablemente lo beberían.

Holly subió los altos escalones de piedra del siglo diecisiete, luego presionó su oreja contra la puerta.

-No puedo escuchar nada, -Dijo después de un momento. -Viento desde afuera, eso es todo.

Mayordomo empujó a Artemis de la estantería destruida. -Sigamos, Artemis. Necesitamos conseguir mis armas antes de que se le ocurra al ocupante de Juliet.

Holly abrió un poco la puerta y se asomó por ella. A medio camino del corredor había un grupo de piratas con armas automáticas. Se mantenían absolutamente quietos, probablemente tratando de parar sus traqueteantes huesos.

Mayordomo se deslizó a sus espaldas.

-¿Qué tal estamos? -Preguntó.

Holly mantuvo la respiración mientras cerraba la puerta.

-No genial, -Dijo.

Se acuclillaron detrás del estante de unos California reds de los 90* y hablaron en susurros apurados.

-¿Qué tenemos? -Preguntó Artemis.

Mayordomo levantó sus puños. -Tengo estos. Eso es todo.

Holly rebuscó en los bolsillos de su entero. -Algunas esposas plásticas. Un par de bengalas. No un gran inventario.

Artemis tocó la punta de cada dedo contra el acolchado de su pulgar, uno de sus ejercicios de concentración. -Tenemos algo más, -Dijo. -Tenemos la casa.

*Pragmatismo: Actitud y pensamiento que valora sobre todo la utilidad y el valor práctico de las cosas.



*Sesgado: Parcial, subjetivo.



*Es una marca de vino.



*Vino de serpiente: es una bebida alcohólica producida por infusión de serpientes enteras en vino chino.

Cómo les pareció? Nos vemos la semana que viene en Rivalidad de Hermanos, título que, como ya se habrán dado cuenta, puede cambiar :)

sábado, 18 de mayo de 2013

Artemis Fowl 8 - Eoin Cofler, Capítulo 8- TRADUCCIÓN

Bueno, como dije ayer, este capítulo es muy MUY corto, por lo que lo hice bien rápido y como compensación por si llego a desaparecer en algún momento por bastante tiempo (cosa que espero que no pase), les dejo el capítulo y espero que lo disfruten:


Capítulo 8
Un grupo variado
Isla Dalkey, Al sur del Condado de Dublín
Es un error común pensar que los trols son estúpidos. El hecho es, que los trols son solamente relativamente estúpidos.
Comparados con los astrofísicos y los grandes Monjes Hey-Hey, podrían ser considerados un poco faltantes del departamento del IQ; pero incluso un trol debajo del promedio podría resolver un rompecabezas más rápido que ningún chimpancé o delfín en el planeta. Los trols han sido conocidos por sus usadas herramientas habituales, aprender el lenguaje de señas, e incluso gruñir un par de sílabas inteligentes. Tempranamente en la Edad Media, cuando los shows secundarios eran legales, la famosa interpretación trol del Conde Amos Rayos de Luna era dulcemente alimentada a la fuerza por su enano domador hasta que logró una justa aproximación a la Balada de los Pequeños Hormigueos.
Así que, ¿los trols son estúpidos?
Definitivamente no.
Lo que sí, son tercos. Patológicamente. Si un trol sospecha que alguien desea salir por la puerta A, entonces definitivamente elegirá la puerta B, posiblemente luego de habérsele revelado que la puerta A es la salida.
Esto les hizo difícil integrarse a los Elementos del Subsuelo. La PES incluso tenía su división de trols especial con domadores entrenados que registraban la mayor parte de sus horas extra por cápita rastreando trols pícaros que se negaban a ser acorralados en los túneles del área suburbana de Refugio. En todo momento hay cientos de trols masticado sus chips rastreadores y arrastrándose a través de la corteza terrestre, moviéndose inexorablemente hacia los puntos calientes mágicos en la superficie.
Son atraídos por los residuos mágicos como los enanos por las cosas que no les pertenecen. Los trols se alimentan de residuos. Los nutre e incrementa su esperanza de vida. A medida que envejecen, se vuelven más astutos.
El trol más viejo en el expediente ha sido conocido por muchos nombres en su vida. Su madre lo había llamado Gruff, o tal vez estaba tratando de decir Bájate*. Para la trolPES él era simplemente Sospechoso Cero, y para los humanos el Abominable Hombre de las Nieves, Pie Grande o El Chupacabras, dependiendo el área donde haya sido visto.
Gruff se había mantenido vivo por muchos siglos extra al ser preparado para caminar a través del mundo en busca de residuos mágicos. No había continente al que no haya visitado bajo el manto de la oscuridad, y sus canas ocultas se cruzaban con las cicatrices y las marcas de quemaduras de cientos de peleas con la PES y varios cazadores humanos. Si Gruff pudiera armar una oración, probablemente diría:
Tal vez parezco aporreado, pero deberías ver al resto.
Gruff residía actualmente en una cueva en la isla Dalkey, frente a la costa del Sur de Dublín, y nadaba hasta la orilla de un varadero privado, sirviéndose a sí mismo con seres vivos de las granjas cercanas. Había sido algunas veces por el dueño del varadero, un irlandés excéntrico que ahora le cantaba en las noches a través del muelle. Gruff sabía que tendría que irse o comer al humano en los próximos días, pero esa tarde en particular se contentaba con relajar su cabeza en el cuerpo de una oveja, que le servía como almohada y después como desayuno.
Su sueño fue interrumpido por la activación de su sexto sentido, que habitaba en el espacio de su cerebro en alguna parte entre el gusto y el olfato. Había actividad mágica cerca, eso había establecido un cosquilleo en el interior de su cráneo, como si luciérnagas hubieran incubado allí. Y donde había magia, indudablemente habrían residuos. Suficiente como para curar el dolor en su espalda y sellar la herida abierta en su pierna, donde una morsa lo había corneado.
Gruff recogió las salchichas de los despojos de las entrañas de la oveja y se tragó todas ellas para mantenerlo durante el viaje. Y mientras se adentraba en el mar para el corto nado hacia tierra firme, sintió la tentación de la magia ser más fuerte y su espíritu elevarse.
Gruff suspiró por el dulce néctar de los residuos para curar lo que lo aquejaba. Y cuando un trol pone su valiente corazón en algo, no hay muchas cosas en la tierra capaz de bloquear su camino.

*En ingles: Get off, que suena parecido a Gruff.
Qué tal? Nos vemos en el próximo capítulo: Succionando el veneno de la mordedura; ya el capítulo 9 de 19, y casi la mitad del libro...